Crisis migratoria es una emergencia humanitaria : NRC

24-01-2020

«La política de Estados Unidos ha contaminado el sistema de asilo, de trato al refugiado y al migrante a lo largo del continente» , afirmó en entrevista con Proceso Jan Egeland secretario ejecutivo del Consejo Noruego para Refugiados (NRC por siglas en inglés), organización no gubernamental independiente establecida en 1946 y que es una de las más respetadas a nivel internacional por su labor humanitaria en favor de refugiados y desplazados internos.

El presidente de EU Donald Trump con sus presiones a México en materia comercial para detener el flujo migratorio está evadiendo su responsabilidad porque «no está concediendo asilo», orilló a México a militarizar la frontera sur y sumado a ello «recortó el presupuesto de ayuda para los países del triángulo norte de América Central», criticó.

Egeland, fue categórico al afirmar que la crisis migratoria que se vive en América Central y México «es una emergencia humanitaria y debe ser abordada desde esta perspectiva».

“Hay que llamar a las cosas por su nombre”, dice Egeland sobre el éxodo de personas que huyen de la violencia en América Central y que ahora se ven amenazadas en toparse con un muro militar al llegar a la frontera sur de México.

El titular del NRC pudo constatar de primera mano la situación de miles de personas ya que recorrió la ruta del migrante desde El Salvador hasta la Chiapas.

«Quería verlo con mis propios ojos y tener una idea más clara de lo que está pasando, quería entender por qué huye la gente de los países del triángulo norte de América Central», remarca.

Egeland viajó en una minivan «por el largo trecho de la ruta migrante» acompañado por 5 de sus colegas desde El Salvador, pasando por Guatemala hasta llegar a Tapachula.

“Lo primero que entendí de manera muy evidente es que las personas no huyen de su tierra porque quieren una vida con mejores condiciones económicas en Estados Unidos. Ellos no van en busca del sueño americano, ellos huyen de la violencia, de conflictos armados como los que he visto en África’’, confiesa.

«Muchos de los políticos dicen en Washington y en otras partes que la principal razón es que huyen porque quieren mejorar su economía, eso es mentira, es falso», sostiene.

Los grupos armados no tienen fronteras, los migrantes sí

Egeland, de origen noruego, narra varias historias de personas con las que se entrevistó en varios refugios a lo largo de la ruta, como la Casa del Migrante de los misioneros de San Carlos Scalabrinianos en Guatemala o en el refugio de Fray Matías en Tapachula.

«Conocí a madres que tuvieron que dejarlo todo de un día para otro y llevarse a sus hijos en brazos, conocí a una familia completa de tres generaciones , escuché lo duro que fue para ellos ser expulsados de su propia tierra , una tierra que han tenido por generaciones, pero que los grupos armados les han arrebatado, porque cuando ellos abandonaron el lugar, las bandas reclamaron como suyas las tierras».

«La dimensión de la extorsión en esos lugares es exhorbitante», deplora Egeland quien también fue enviado especial del Secretario General de la ONU para la coordinación humanitaria en Siria.

Cuenta sobre una madre muy joven con la que conversó, en Tapachula, en donde fue asistida para obtener asilo político y celebra que las autoridades mexicanas se lo concedieron, «eso lo apreciamos muchísimo».

La mujer vivía sola con sus hijos en San Pedro Zula , como tantas mujeres porque los hombres han abandonado el lugar.

Los grupos armados le pedían derecho de piso de un pequeño supermercado que tenía. Ella tenía que darles las ganancias de la tienda cada mes, lo que hacía cada vez más difícil subsistir y sacar el negocio, de repente su madre enfermó de cáncer y tuvo que cerrar la tienda para cuidarla. Después la madre murió y abrió de nuevo su negocio, y la banda regresó reclamándole que no había estado ahí los últimos meses.

Le dijeron que tenía que pagar tres meses al día siguiente, porque de lo contrario se llevarían a su hijo de 12 años para enrolarlo en su pandilla . Obviamente ella no quería ese futuro para su hijo y se fue hacia el norte. En Guatemala fue capturada por una banda de trata y fue utilizada como esclava sexual y como cocinera, hasta que pudo escaparse.

Cuando llegó a México ella se enteró que la banda hondureña y la guatemalteca, habían puesto en las redes sociales que la estaban buscando para matarla. Miembros de estos grupos armados llegaron hasta México.

«Estos grupos no tienen fronteras, es la gente que huye la violencia la que se topa con las fronteras, ella no pudo regresar a ver a su familia», comenta.

Lamentablemente, la historia de esta madre no es única. «Imposible contar todas». Unas 700,000 personas huyeron de sus hogares en el norte de América Central solo el año pasado, principalmente debido a la violencia brutal y para salvar sus vidas. Más de 10,000 personas fueron asesinadas durante el mismo período. La región posee algunas de las peores estadísticas de violencia en el mundo, observa.

Las madres, los padres, jóvenes y niños con los que habló «relataron historias similares a los horrores que he escuchado en las zonas de guerra que conozco de Medio Oriente y África».

Espera «liderazgo moral» de México

«Lo que yo espero de México es un liderazgo moral», urge el NRC ante esta compleja situación, sobre todo porque el país es un gigante en la región , es una potencia con mucho más poderío que sus vecinos de Centroamérica.

A su modo de ver no es un argumento suficiente el que ha dado el gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en cuanto a que tiene que proteger el comercio «con toda esta historia de los aranceles».

Egeland hizo un llamado para la creación de una estrategia conjunta con Canadá para poner presión al gobierno de Trump y cumpla con sus responsabilidades en materia de asilo, de acuerdo a los tratados internacionales de los que EU es parte.

«Lo que está haciendo Washington es dejar a estos países pequeños su responsabilidad para ofrecer asilo , está dejando a su suerte a las personas, a los civiles, en una zona en la que existe un conflicto armado, los grupos armados en Honduras y en El Salvador tienen decenas de miles de combatientes, esto es del tamaño de cualquier conflicto armado en Africa o en el medio oriente con diez mil personas asesinadas en un corto periodo de tiempo en el norte de Centroamérica», reitera.

Ninguno de estos países puede hacer las veces de «tercer país seguro».

«Por eso yo insto a México a unirse a Canadá a llevar a cabo una iniciativa conjunta», insiste.

Según Egeland hay mucha gente incluso en EU que sabe lo grave de la situación, saben que las cosas están muy mal, y esta especie de muro está dejando a madres y a sus pequeños en estado de casi total indefención, muchos de ellos separados de sus madres, familias resquebrajadas, sin ninguna protección.

Obtener asilo en México, una lotería

Al narrar su experiencia al cruzar la frontera de Guatemala con México lamenta que con lo primero con lo que se encuentra una familia migrante es con metralletas, con soldados fuertemente armados, les sorprendió el grado de militarización.

» Esto no era así, esto es algo relativamente nuevo», deploró Egeland quien lamenta que ahora se topan con centros de detención, se separa a las familias, madres e hijos van a un centro de detención, los padres a otro.

Y sigue: «Ahora es una lotería que aquellos que llegan a la frontera puedan tener el derecho a pedir asilo, a pedir protección, todo depende, a muchos se les regresa ahí mismo, o poco después, obtener asilo ahora es una lotería.

«Aquellos que logran escabullirse y pasar los controles de la frontera, lejos de los cruces fronterizos , tienen más oportunidades de tramitar su solicitud de asilo en la misma Tapachula o en la Ciudad de México en el ya de por si sobrecargado sistema de asilo.

«Eso es mejor que enfrentar directamente a los militares, ahí las posibilidades son casi nulas».

Cuenta que la oficina de migración en Tapachula «es verdaderamente caótica, las filas para esperar son enormes».

Otra cuestión que le pareció extremadamente grave es la situación de los migrantes africanos a los que no se les deja salir de Tapachula.

«Son migrantes que vienen de al menos 18 países africanos, difícil imaginar lo que han tenido que pasar para llegar hasta ahí, las penurias que han sorteado, el agotamiento físico y emocional, están ahí atorados, no les permiten salir de ahí, es incomprensible y deplorable».

«Me gustaría ver que la política migratoria mexicana fuera más sistemática, que deje ser una lotería obtener asilo a los que verdaderamente lo necesitan», remarca.

Están castigando a los migrantes

Desde Tapachula Egeland fue a la Ciudad de México en donde tuvo varias reuniones con representantes de la cancillería, del Instituto Nacional de Migración, de la secretaría de gobernación y otras dependencias, pero descartó revelar los nombres de los funcionarios con los que se entrevistó.

Después de sus reuniones en México fue a Washington y discutió con representantes del gobierno, sociedad civil y académicos, la situación por la que atraviesan miles de migrantes.

«Les dije que es contraproducente que Washington haya suspendido la ayuda para los países del triángulo norte de CA, es totalmente incomprensible», revela.

«Están castigando a los migrantes, a la gente , eso es lo que les dije, que necesitan ayudarlos», abunda.

Insiste en que la situación debe ser tratada como una verdadera emergencia humanitaria a la que se enfrentan miles y miles de migrantes , los que se encuentran detenidos, los que esperan asilo, los que son deportados, todos con pocas garantías de protección.

Comenta que NRC brinda protección, educación, medios de subsistencia y esperanza a la gente en El Salvador y Honduras.

Todas las actividades de NRC en América Latina y el Caribe responden a las necesidades y derechos de las personas desplazadas y refugiadas independientemente de su edad, género, condición social, étnica, religiosa o nacionalidad, con un enfoque de acceso a derechos y soluciones duraderas.

«¿Y quiénes nos están financiando? ¿Estados Unidos? ¡No! «, exclama.

«Nos financia la Unión Europea, Suiza, Noruega, Suecia, pero no debería de ser así, la responsabilidad es de América del Norte y quizá de México también», subraya.

Argumenta la dificultad de financiar el trabajo humanitario en esta región , lo que a su modo de ver es una tremenda paradoja, porque son países muy pequeños, a los que se podría impulsar con mucha más facilidad que a países de medio oriente o africanos.

Se toma la misma actitud que toma Europa con los refugiados sirios, pero con otro factor que lo dificulta todavía más porque al menos la Unión Europea apoya económicamente a los que tienen la mayor carga y se destinan grandes cantidades de dinero para ayuda humanitaria.

Por una parte, no se les está dando protección , educación, sustento en su propio país, pero tampoco cuando lo dejan, porque con lo que se topan es con fronteras militarizadas y chocan con el mismísimo muro gigante de Trump en el final de su recorrido. Tarde o temprano esto se le va a revirar al gobierno de Trump, no es posible rehuir así de una crisis en la que tantas vidas están en juego, valora.

«No se les da esperanza en casa, ni fuera de ella», lamenta el titular del NRC quien reconoce que su recorrido fue «extremadamente emocional y desolador».

Gabriela Sotomayor, Ginebra, Suiza.
Para Proceso.

Compartir este artículo

México no pagó sus cuotas completas a la ONU en 2023 y 2022

México no pagó sus cuotas completas a la ONU en 2023 y 2022

México no pagó el monto total de sus cuotas a Naciones Unidas en 2023, ni en 2022. Así lo confirma el portal de la Asamblea General en el que el país no aparece como uno de los 142 Estados Miembros que habían pagado íntegramente…

No es atípico

No es atípico

Muy quitada de la pena Rosa Icela Rodríguez, responsable de la Seguridad y Protección Ciudadana del país dijo que el secuestro de 32 migrantes en Tamaulipas era un caso “atípico”. Quizá para la Secretaria de Seguridad no es prioridad la tragedia que viven los migrantes…