¿Otra vez China?

12-01-2023

Es probable que China vuelva a jugar sucio con el mundo entero tratando de esconder información con respecto a la nueva ola de Covid que están sufriendo y de la cual hay poca transparencia. Es necesario que suenen las alarmas.

Hasta ahora al menos 88 millones de personas están contagiadas en la provincia de Henan. En los primeros días de diciembre casi 250 millones de personas en China pueden haber contraído Covid-19, según una estimación interna de los principales funcionarios de salud de la nación, informaron Bloomberg News y el Financial Times.

Si el cálculo es correcto, eso representaría aproximadamente 18% de los 1,400 millones de habitantes de China y significaría el mayor brote del Covid hasta la fecha en todo el mundo. Sin embargo, esa cifra no puede ser corroborada de manera independiente.

Recordemos que China fue objeto de severas críticas por su política de “Cero Covid” en la que llevaba a cabo cuarentenas exageradisimas, sin permitir a familias que se reunieran por espacios indeterminados de tiempo, se llevaban a cabo tests masivos, control por medio de aplicaciones en los teléfonos móviles, tampoco recibían a turistas extranjeros. Cuando el mundo se abría y trataba de volver a una cierta normalidad el gobierno de Beijing no bajaba la guardia. Las personas infectadas o con sospecha de contagio permanecían en instalaciones vigiladas por las fuerzas del orden. Nadie podía salir a dar un paseo al aire libre, ni a hacer ejercicio, recibían sus alimentos en sus pequeños espacios en los que eran confinados.

Además, la provincia de Xinjiang, que ha estado bajo el escrutinio internacional por los “campos de reeducación” de la minoría musulmana uigur en los que se acusa de adoctrinar a las personas con el fin de que abandonen sus creencias religiosas, su idioma y todo vestigio de su cultura, a punta de detenciones arbitrarias, tortura, esterilización forzada e incluso ejecuciones extrajudiciales. Es ahí, precisamente en Xinjiang, en donde 14 personas murieron calcinadas porque no pudieron salir del apartamento debido a las severas medidas de encierro. Pidieron auxilio, pero todas las puertas estaban encadenadas. Nadie pudo salir y nadie pudo entrar a socorrerlos.

A raíz de ello, la ira se apoderó de miles de chinos y se propagaron manifestaciones de protesta en todo el país. Desafiando al gobierno, salieron a las calles enarbolando papeles en blanco para demostrar su frustración y su hartazgo por el control y el aislamiento al que fueron condenados por tres años en aras de detener el contagio del Covid.

El gobierno de Xi Jinping, al ver que las protestas aumentaban y podía desbordarse la situación decidió relajar las medidas contra el Covid, pero cometió errores gravísimos. Primero: los adultos mayores no tenían esquemas completos de vacunación y todas las personas vacunadas solamente fueron inoculadas con vacunas chinas como Sinopharm, Sinovac y CanSino, que no son tan efectivas como la Pfizer o la Moderna. Segundo: No fortaleció los sistemas de salud. Tercero: No se hizo una apertura gradual.

La gente deseando probar de nuevo cierta libertad de movimiento salió a las calles, circulaba una nueva variante y empezó a propagarse el virus de manera exponencial con millones de contagios diarios en todo el país.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) podría volver a cometer el error de 2020 en el que encubrieron a China y el surgimiento del nuevo virus. Ahora están exigiendo al gobierno de Xi “toda la información” con respecto a las muertes, hospitalizaciones, contagios, le piden “más transparencia”, especialmente ahora que se abren las fronteras y con la amenaza del Año Nuevo Lunar Chino en el que millones viajarán por todo el territorio chino y por todo el mundo.

Países como Estados Unidos, Canadá, Australia, India, Japón, Taiwán, Corea del Sur y varios de Europa, exigen ahora a los viajeros chinos test de Covid válido 48 horas antes de viajar e incluso algunos han anunciado normas más estrictas. Sería recomendable que otros países se sumaran a esa medida para evitar que se propague la nueva variante XBB.1.5 de la que no se tiene mucha información. A pesar de que no parece que sea más grave, es más contagiosa y según expertos de la OMS este es un escenario ideal para que se pueda presentar una nueva mutación y todo el mundo sufra las consecuencias de la mala gestión de Xi para controlar la pandemia en su país.

China ha amenazado con tomar represalias contra países que exijan una prueba negativa obtenida en las 48 horas previas al viaje. En estos días suspendió la emisión de visas a surcoreanos que lleguen al país por turismo o negocios, en clara respuesta contra Seúl.

“Reconocemos que ciertos países, por precaución, están implementando algunas medidas”, dijo Hans Kluge, director de la OMS en Europa.

“No es irrazonable que los países tomen medidas de precaución para proteger a sus poblaciones mientras esperamos información más detallada, compartida en bases de datos públicamente accesibles”, declaró. Toda medida debe estar “basada en la ciencia … y debe ser proporcional y no discriminatoria”.

Días atrás, el director de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo que el organismo de salud de la ONU está “preocupado por el riesgo a las vidas humanas en China” ante la explosiva propagación de la enfermedad y la falta de datos disponibles allá. Además reveló que la OMS se reunió con funcionarios chinos para subrayar la necesidad de compartir datos sobre COVID-19 incluyendo tasas de hospitalización y secuencias genéticas. Hasta el momento de la redacción de este texto Beijing no ha contestado a las preguntas de la OMS.

¿Qué va a hacer la OMS para evitar que se propague una nueva ola por todo el mundo tal como pasó en 2020? En ese tiempo no había información, ni vacunas, ni medicamentos. Ahora sí, el mundo está volviendo a una cierta normalidad, es por ello que no es mucho pedir que China controle la epidemia y asuma su responsabilidad ante la comunidad internacional. ¿O será que el gigante asiático prefiere seguir el precepto: “jodido yo, jodidos todos”?

Gabriela Sotomayor, Ginebra, Suiza.
Para Opinión 51.

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