Investigación de Ayotzinapa está envenenada

La investigación del caso de los 43 estudiantes desparecidos en Iguala está envenenada por los testimonios obtenidos bajo tortura así como las pruebas derivadas de la misma.

Así lo afirmó en entrevista con REFORMA el ex relator de la ONU sobre Tortura Juan Méndez quien visitó el país entre el 21 de abril y el 2 de mayo de 2014, el mismo año de los trágicos acontecimientos de Iguala y en cuyo informe establece que la tortura es una práctica generalizada en México.

Para Méndez los casos de tortura documentados en el informe del Alto Comisionado envenenan toda la investigación.

«Es precisamente lo que en algunas jurisdicciones le llaman «el fruto del árbol envenenado» , la tortura en este caso envenena todos los procedimientos posteriores, incluidos los obtenidos por la vía legal», consideró Méndez defendiendo el informe del ACNUDH.

El día de ayer el gobierno desmintió los hallazgos documentados por el equipo del Alto Comisionado sobre la tortura de al menos 34 de los 129 detenidos en el caso Ayotzinapa.

A ojos del experto argentino, la investigación del equipo del ACNUDH es «muy detallada, concreta y hecha con gran rigor» .

«Incluso durante mi mandato supimos de algunos de los casos de tortura , yo incluso me dirigí al gobierno de México por el caso Ayotzinapa , no sólo para que se investigara más fondo la desaparición de los estudiantes, sino también por los casos de las alegaciones de tortura de los supuestamente implicados», dijo.

De acuerdo al informe que el gobierno pretende desacreditar el uso de la tortura empaña todo el proceso.

«Esto significa que el gobierno no puede utilizar información obtenida bajo tortura contra nadie que haya hecho declaraciones o confesiones «, afirmó el jurista argentino.

Y precisó también que no solamente las confesiones mismas se invalidan, sino también cualquier otra prueba derivada de la tortura, como por ejemplo si hubiera pruebas obtenidas de algún allanamiento aunque se haya hecho con orden judicial y sin violencia. Es decir que se llegó a un lugar por indicaciones de alguien que fue víctima de tortura.

Todas las pruebas obtenidas bajo tortura y las derivadas de tortura no pueden ser usada en un juicio, señaló Méndez citando el derecho internacional.

«No solamente la tortura invalida la confesión y nada más sino todas la pruebas derivadas, de ahí la gravedad», subrayó.

Explicó que podría ser el hallazgo de una tumba por ejemplo, o en el caso de Ayotzinapa la evidencia que se encontró en el Río San Juan, también debería ser invalidada si el testigo fue víctima de tortura.

«Yo estoy consiente que los torturados pudieran ser ellos mismos culpables , México no tiene obligación de liberarlos inmediatamente porque fueron torturados», admitió.

“Lo que sí tiene obligación es de no usar contra ellos las pruebas obtenidas bajo tortura», enfatizó

Recomendó seguir juzgándolos si se cuenta con información o evidencias obtenidas de forma legal, es decir, sin tortura.

«Lo complicado de permitir la tortura es que después es muy difícil juzgar a la persona que objetivamente es culpable y que merecería castigo, pero si no hacen las cosas bien lo que se consigue es la impunidad», lanzó.

«No solamente la impunidad de los crímenes que ellos mismos (los detenidos) cometieron , son también la de los torturadores», contempló.

Es por ello que a su modo de ver, en lo que se refiere a la reconstrucción de los hechos y la verdad histórica no se sabe qué aspectos son correctos y cuáles no…observó.

«Lo que si me parece es que si se establece fehacientemente que 34 de los 129 detenidos fueron torturados, esto es un festín para los abogados defensores (…) porque pueden impugnar que torturaron a otro para revelar la identidad de su cliente», deploró.

El ex relator de la ONU lamentó que el caso podría caer en el limbo de la impunidad incluyendo aquellos que hayan tenido una implicación seria en el episodio de Ayotzinapa.

Aconseja que la procuraduría debe volver a mirar todas las pruebas , examinar cuáles de ellas fueron obtenidas legalmente y cuáles no, las que no fueron legalmente obtenidas las tiene que desechar , buscar nuevas pruebas con métodos «moral y legalmente correctos».

«Esto es un proceso largo y difícil, pero no hay otra forma», reconoció el experto quien señaló que un factor que pudo influir es el de la prisa por obtener resultados.

«El apuro por demostrar resultados produce estas cosas . La prisa provoca «resultados dirigidos» para inculpar algunos, pero también para proteger a otros», valoró

Es por eso que el derecho internacional y el derecho mexicano es fulminante :¡Prueba obtenida bajo tortura no se puede usar! , exclamó el ex relator de la ONU sobre la Tortura

«No está a discusión», remarcó.

El informe del Alto Comisionado asegura que hay un patrón uniforme en el modus operandi de la investigación y para opinión de Méndez esto lamentablemente es congruente con la observación que hizo en su visita con respecto a que la tortura en México es una práctica generalizada.

Le llama la atención que a pesar de que se trataba de un caso que acaparó la atención de la comunidad internacional y de organismos como la ONU y la CIDH se investigó «de la misma manera» en que han investigado siempre.

«No es sorpresivo», comentó Méndez, cuyo informe en el que afirma que la tortura es generalizada en México también fue desacreditado por el gobierno de EPN.

Porque tal como el experto pudo corroborar durante su visita en 2014, el mismo año de la tragedia de Iguala, el gobierno solía utilizar la práctica de la tortura como método de investigación de delitos.

Gabriela Sotomayor, Ginebra, Suiza.
Para Reforma.