Naciones Hundidas: El humanismo de AMLO

Es tiempo de celebrar porque vamos muy bien, todo está de maravilla en el país, no hay violencia, no hay impunidad, la educación pública está al nivel de la japonesa, se eliminó la corrupción, no hay pobreza, ni desempleo, el sistema de salud es mejor que el de los países nórdicos, los malos, los conservadores, los neoliberales han encontrado el camino del bien y el “Humanismo Mexicano” viene a ser la cereza en el pastel. Es que de veras cómo han sido capaces de criticar tanto a la benemérita 4T.

Triunfante, vimos al presidente Andrés Manuel López Obrador caminar airoso en su contramarcha a recontraempujones, escoltado por su fiel alumna que le cuidaba las espaldas al igual que círculos concéntricos de lo que parecían cientos de soldados vestidos de civiles. AMLO se demostró a sí mismo, al país y al mundo entero que sigue teniendo un gran poder de convocatoria gracias a su popularidad… y (quizá) a los recursos del Estado. Estará convencido de que se gastó poco, que su capricho salió barato, sus matemáticas son tan simplistas que no cuadran con el mundo real.

Luego del apretujado recorrido, AMLO nos comparte que llegó a la conclusión de que su legado será el “Humanismo Mexicano’’. La neta qué inspirado. ¿Pero de qué humanismo habla López Obrador?

“La política es, entre otras cosas, pensamiento y acción. Y aun cuando lo fundamental son los hechos, no deja de importar cómo definir en el terreno teórico el modelo de gobierno que estamos aplicando’’, dijo AMLO. Ya vamos entendiendo, según su filosofía los hechos no son tan esenciales, lo importante es cómo se les envuelve y con qué palabras se les disfraza.

“¿Cuáles son los principios políticos, económicos y sociales del humanismo mexicano que postulamos y que inspira a la Cuarta Transformación? (…) En lo político no aceptamos el derrotismo (…) sostenemos que el progreso sin justicia es retroceso. Nuestra tesis es que no basta el crecimiento económico, sino que es indispensable la justicia”, recitó AMLO.

En México no hay justicia, basta con hablar con miles de víctimas que están dentro y fuera de la cárcel para darse cuenta. Nos recuerda que no le gusta la derrota, de ahí su idea de pisotear al INE y a la democracia si es preciso y siguiendo con su teoría, pues el país va para atrás, porque según analistas con este gobierno no ha habido grandes avances, ni progreso, ni crecimiento económico y mucho menos justicia.

El humanismo de AMLO es el que ha dejado morir a más de mil niños con cáncer que pudieron haber sobrevivido con tratamiento oportuno, es el que abandonó a su suerte a miles de mexicanos durante la pandemia, el que niega la espiral de violencia en la que ha caído el país, el que es indolente ante los feminicidios y la lucha de las mujeres, es el que ha olvidado a los desaparecidos, el que no reconoce que en su gobierno ha aumentado la pobreza, el que se pelea con los derechos humanos e intenta manipular a la justicia.

El humanismo, como lo conocemos, es un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en la Italia del siglo XV, con precursores como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. A AMLO la cultura le tiene sin cuidado, con su austericidio está aniquilando la ciencia, las artes, el cine y el apoyo a jóvenes talentos.

AMLO se hunde en su genialidad dominguera, en su filosofía de la ocurrencia, en la politiquería que tanto odia, en su gobierno inútil con funcionarios ineficientes, en su estrategia deshumanizadora y polarizadora, en su facilidad para propagar el odio y la cursilería. Su ideario está erigido en la mentira, en el ahí se va, en arenas movedizas. Un humanismo que es espejo y fiel reflejo de su cuarta transformación. Un desastre.

Gabriela Sotomayor, Ginebra, Suiza.
Para EjeCentral.